Hoy he reparado en aquello que decías
de que cuando notamos que alguien nos mira, caminamos de forma
diferente para lucirnos (sobre todo, según tu opinión, las chicas).
Puede que no sea del todo falso. No soy
consciente de hacerlo yo misma, pero se aprecia en mucha gente.
Muchas personas son como pavos reales.
Abren sus alas de vistosos colores para impresionar al resto de
'aves', y conquistar así el mundo.
Luego está el grupo de aves que no
tienen colores tan vistosos, cuyas alas sólo poseen colores pardos y
que se limitan a sobrevivir sin llamar la atención. Podría decir
que nosotras formamos parte de éso. No me avergüenzo de ello. Ellas
sobreviven del ingenio, los otros de su imagen. Y no está tan mal no
tener que preocuparse por la apariencia.
Al fin y al cabo, son las plumas de los
pavos reales las que se arrancan para hacer objetos de decoración y
no las de las aves rapaces.
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